Lissavetzky, que estuvo acompañado por los concejales Diego Cruz y Noelia Martínez, lanzó otra pregunta más a la regidora: “Si tal como se afirma, Madrid ha cerrado el año con un superávit de 1.000 millones de euros, ¿por qué no se invierte en cuestiones sociales? ¿Por qué no se emplea parte en devolver la paga extra a los funcionarios? En definitiva, por qué no se invierte en recuperar todo lo recortado por el Ejecutivo Botella”. En su opinión, la respuesta del Gobierno local siempre será negativa: “Al parecer, la regidora no recorta”, ironizó el portavoz antes de calificar el mencionado superávit como “un gran engaño a la ciudadanía”.
Lissavetzky resaltó que el superávit fuera anunciado por el Secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, erigiéndose como improvisado portavoz municipal en lugar de la propia regidora. La cifra anunciada, además de lo espectacular de la cuantía (mil millones de euros), deslumbra por producirse en un momento de crisis donde el dinero escasea. Sin embargo, al concejal socialista incluso le causa mayor sorpresa que se ofrezca el dato cuando el Consistorio se haya intervenido financieramente por su incapacidad para afrontar su responsabilidad de pagar a proveedores acabe el año en números verdes. “Es una engañifa, un trilerismo contable que parece creado para cubrir el expediente ”, afirmó.
El su opinión, lo que Beteta denomina superávit proviene en buena medida es el dinero que el gobierno local ha pedido a los bancos y luego no ha utilizado, además de recortes aplicados sobre todo en los distritos. “Es, en definitiva, dinero quitado a los ciudadanos”.
Vaciado en distritos
El vaciado de recursos al que se ha sometido a los distritos también ha contribuido al “falso” superávit. Entre 2003 y 2014, los 21 distritos han visto que sus inversiones se han reducido en un 83%, en total 92,4 millones de euros. “Quitar dinero en los distritos significa recortar servicios sociales, cultura y deportes”, aclaró el portavoz.
Asimismo, el saldo positivo deriva de otra práctica del Gobierno Botella que el PSOE ha denunciado reiteradamente: en el bienio 2011 y 2013, se han dejado sin ejecutar 806 millones de euros. “Se presupuesta artificialmente y luego se deja sin gastar”, señaló Lissavetzky.
El portavoz concluyó que no es creíble desde ningún punto de vista que el Ayuntamiento cuente con un superávit porque, si de verdad hubiera ese colchón de dinero “¿Por qué no se aplica en terminar la Catedral de las Nuevas Tecnologías de Villaverde, o por qué no se ha mejorado el contrato de limpieza que ha dejado a 350 trabajadores en la calle?, añadió.